Una persona compartió conmigo un mensaje corto de un predicador popular, quien exponía sus pensamientos sobre
2 Corintios 4:17-18. En estos versos la Palabra de Dios dice, "porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nostros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas." Algo importante que el predicador quería señalar es el uso de la palabra "produce" por Pablo. Esencialmente, cuando nos asechan las tribulaciones, el dolor, o la angustia, tenemos que reconocer y aceptar la realidad de que esas circunstancias que afectan nuestra vida tienen por propósito el crear o generar un mas excelente y eterno peso de gloria. Nuestro sufrimiento no es en vano, Dios lo utiliza para darnos una medida mayor de la gracia que se refleja en su majestuosa gloria. Y aunque no lo vemos, y aunque no se entienda, y aunque no podemos comprender lo que Dios pueda estar haciendo, una cosa si podemos saber: estas leves tribulaciones producirán mayor gloria para nosotros. Considera pues las circunstancias mundiales con el COVID-19 (coronavirus). Muchos perderán sus empleos. Algunos experimentarán malas experiencias en el comercio o tendrán varios inconvenientes. Otros serán contagiados con este virus y se enfermarán. Aun mas, otros caerán victimas de esta pandemia y perderán sus vidas. Pero con todo esto, nunca podemos olvidar que Dios producirá a traves de estas momentáneas aflicciones un mas excelente y eterno peso de gloria. Dios usará todo esto para bien (Romanos 8:28). Nuestra comisión es permanecer fiel. Nuestra tarea es ejercitar nuestra fe. Nuestro empleño tiene que ser el decir y reconocer que "Cristo es suficiente," marchando hacia adelante con la esperanza de una gloria excelente y eterna. Que las circunstancias presente de la vida no te desanimen. Recuerda lo que 2 Corintios 4:17-18 dice. Estas tribulaciones son leve, momentáneas y producen una gloria eterna y majestuosa. Y esa gloria es nuetra en Cristo Jesús. Mantengámos los ojos puestos en la eternidad. En Juan 6:16-21 el Apóstol narra la historia de Jesús caminando sobre las aguas. Jesús había terminado un día largo donde no solo le predicó a mas de 5,000 hombres con sus mujeres y sus niños, pero que también les alimento; les dio pescado y pan hasta que todos fueron saciados. ¡Que generosidad!
Mientras Jesús despedía la gran multitud, sus discípulos, obedientes a la dirección del Maestro, comienzan un naufragio hacia el otro lado del mar. En su navegar experimentan tormenta, fuertes vientos, y altas olas que los atemorizan. De repente, ellos ven a uno que camina sobre las aguas, llega a ellos y les dice: Yo Soy; no temáis. Meditando en esto, considero que en ese encuentro Jesús pudo haberles hablado de su gran poder. Jesús pudo haberles hablado de su soberanía sobre toda la creación, incluyendo el viento y el mar. Aun mas, Jesús pudo haber actuado sin decirles nada, o sin aun venir a ellos. Después de todo, el es “quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder” (Heb 1:1). Sin embargo, Jesús consideró necesario el venir a ellos y decirles: Yo Soy; no temáis. Con esta acción Jesús nos dice de una forma clara y sumamente convincente que los suyos, aquellos que obedeciendo su voz se encuentran en medio de la tormenta, no tienen porque temer. Que aquellos, los que no sabiendo lo que pueda suceder por causa de su relación con Jesús y se lanzan a un naufragio por fe en él, serán cubiertos por su gracia, misericordia y amor. Que aquellos que han puesto su confianza en Jesús, como los discípulos lo hicieron, están cubiertos por uno que es mayor que el viento, el mar, la tormenta, y todo lo que la vida pueda traer. Por lo tanto, a estos, a los suyos, Jesús les dice: Yo Soy; no temáis. Ahora, ¿a que le temes? Si eres de Jesús, confía. Obedece. Toma riesgos naufragando para Jesús y siempre recuerda que nada ni nadie te puede separar de su amor (Rom 8:39). Por eso Jesus te dice hoy: Yo Soy; no temáis. Que la gracia de Jesús, el amor de Dios Padre, y la comunión del Espíritu Santo remueva todo temor de nuestra vida. Amen. |
Romanos 12:2
"No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta." Archivos
July 2021
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